Película excelente a la hora de mostrar al mundo la enajenación progresiva a la que se ve sometido el soldado que espera y espera el combate,y a falta de enemigo, libra la batalla con su propia mente. Impresionante el modo en que Sam Mendes ha sabido plasmar esa sensación y ese día a día.Se nota que la historia está basada en los relatos de un soldado. Quizá sea difícil apreciar esa calidad para quienes no han vivido la situación, por lo que el espectador de a pie puede ver en la película una simplemente entretenida historia y se pierda lo realmente interesante, el componente psicológico del soldado que no entra en combate. Cine bélico-psicológico del estilo de Apocalipsis Now o La delgada línea roja.