Simplemente perfecta.Cine bélico casado a la perfección con un existencialismo puro en torno a la situación en que la mente humana se vuelve más sincera con el propio individuo: la muerte, propia y del prójimo.

La película está acompañada en todo su transcurso por los pensamientos de sus protagonistas, algunos de ellos antagónicos y todos diferentes, que nos muestran desde una percepción de un mundo de una belleza desmedida, hasta una visión de un individuo incapaz ya de apreciar la belleza por su propio sufrimiento.

Si he de destacar algo de esta película es precisamente ese componente psicológico, pero la película es además una excelente muestra de cine bélico en estado puro. La razón no está en este caso reñida con los más primitivos instintos del individuo y su siempre presente afán por la guerra. Es la transformación de individuos buenos en seres despiadados por la necesidad de la situación. Y esa transformación se plasma casi de un modo platónico en el ascenso de la colina, que en este caso es el paisaje principal de la película.

El reparto de 5 estrellas, así como la fotografía y la música. Quizá le sobre el tramo final de la película pero en todo caso me parece una obra maestra del cine.