La primera parte nos presentaba a un tipo que por medio de anuncios pedía gente para grabar un video diciendo que tenía una enfermedad terminal y que queria dejarle a su hijo un legado de su vida. Una persona muy rara pero hasta el final no sabias lo que en realidad pretendía por lo que la historia te tenia muy intrigado.

Rodada como si fuera un documental solamente había dos personajes Aaron (Mark Duplass) y Josef (Patrick Brice) comenzando con unas conversaciones entre ambos y al final rodando la idea con mucha improvisación, dio como resultado un film de terror psicológico con tintes de comedia negra que se ha convertido en una pequeña obra de culto.

En esta segunda parte aparece una chica llamada Sara con una fuerte personalidad que no se asusta de nada y a la que cuenta que ha matado a 39 personas y que ahora con la crisis de los cuarenta ha perdido la inspiración queriendo dejar testimonio de todo en un documental para que el mundo lo sepa antes de que muera.

La atmósfera que crea es del estilo de la primera y los diálogos de el asesino y la chica son muy buenos, incluso divertidos. No soy muy fan de las películas de metraje encontrado pero las dos películas funcionan muy bien con el único objetivo de mantenerte en suspense.
Destino Arrakis.com