Cuenta una historia interesante de la Segunda Guerra Mundial que apenas se conoce. En 1940, Noruega permanece neutral en la contienda, los ingleses y alemanes se abastecen de hierro en unas minas grandísimas en Norvik, pero esa neutralidad durara poco, ya que los nazis invaden el país para apoderarse de las minas, esta situación provocara una batalla con los aliados y con el ejército noruego.

El director Erik Skjoldbjærg ha contado con 60 millones de presupuesto, una cantidad holgada para realizar un film de guerra como este, en la que también tenderemos un romance familiar. El heroísmo de esta historia real, donde se dice que fue la primera batalla perdida por Hitler contra británicos y franceses, duro muy poco, ya que no tardaron los aliados en irse después de 40 días y poco más tarde Narvik fue arrasada por los alemanes y la invasión del país se consumó rápidamente. 

El joven cabo, Gunnar Tofte, lucha con los nazis tras romper el pacto de neutralidad saboteando un puente, pero es capturado rápidamente. Su mujer Ingrid que trabaja en el Royal Hotel, comienza a colaborar con los nazis como interprete, ya que sabe alemán e inglés. Sin embargo, es una pena que los personajes carezcan de profundidad y diversas tramas quedan deslavazadas. 

Cumple bien como entretenimiento y se salvan muchos aspectos técnicos, pero no deslumbra ni apasiona.
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