Película coreana que se proyectó en el Festival de Sitges y en Fancine Málaga, donde ha ganado el premio a la mejor película, la historia tiene similitudes con el film de Bong Joon-Ho «Snowpierce» o «Rompenieves» como la titularon en nuestro país, con las alusiones a las diferentes clases sociales solo que aquí es un edificio de apartamentos en la otra en un tren.

La historia comienza con un aparatoso terremoto que destruye completamente Seúl, no sabemos hasta donde han llegado los daños, ya que no hay ningún tipo de comunicación con el exterior. La gente ha optado por refugiarse en un bloque de pisos que milagrosamente ha quedado de pie. Pronto se dan cuenta los propietarios de los apartamentos que la amenaza llega con tanta gente que intenta entrar en el edificio para sobrevivir. Bajo esta amenaza empiezan a formar grupos de defensa eligiendo a Young Tak como cabecilla, este empieza a imponer leyes severas, lo que provocara conflictos inesperados. Esta sociedad utópica pronto se convertirá en un caos.

Lo que en principio parecía un film de catástrofes se vuelve un thriller dramático con bastantes buenos giros, el director Um Tae-Ha consigue meternos de lleno en la historia donde hay más capas que la propia supervivencia. Un gran logro para esta producción épica con unos efectos especiales muy conseguidos.

Young-tak está interpretado por Lee Byung-hun, que lo recordamos de «Encontré al diablo» Min-Seong (Park Seo-Joon), un exfuncionario público que vive en uno de los bloques de apartamentos con su esposa enfermera, Myeong-Hwa (Park Bo-Young) son los rostros más conocidos.

A los forasteros los comienzan a llamar despectivamente cucarachas y el clima va tomando un cariz peligroso, ya que la ayuda no llega y comienzan los enfrentamientos por la poca comida y el alojamiento ante el frío que está empezando a resultar mortal.

Un film entretenido que aunque tiene algunos fallos de guion, se le perdona todo, puesto que lo único que pretende es que pases un buen rato en la sala.
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