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Voto de Max Schreck:
9
Serie de TV. Drama Serie de TV (2016-2023). Basada en la exitosa obra de teatro de Peter Morgan, 'The Audience', cuenta la historia de la última reina de Inglaterra, Isabel II, y de la relación entre dos de las direcciones más famosas del mundo: el Palacio de Buckingham y el número 10 de Downing Street, con las intrigas, amores y maquinaciones detrás de los eventos que forjaron la segunda mitad del siglo XX. Dos casas, dos cortes, una corona. Cada ... [+]
7 de julio de 2020
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una serie buena, muy buena, y como tiene más virtudes que defectos, voy a empezar por lo segundo.

Surge muy apropiadamente cuando la casa real británica se ve salpicada por el caso Epstein en el que está envuelto nada menos que el príncipe Andrés “Randy Andy” para los ingleses, y, oh maravilla! en esta serie la reina de Inglaterra (que en vida real es una mujer más preocupada por sus perros que por sus propios hijos) es poco más o menos que una santa santísima, con alguna pequeña banalidad perdonable, que incluso aceptó la relación de Carlos y Camila defendiendo el true love por encima de todo.
Su marido el duque de Edimburgo (que en vida real le ha puesto más cuernos que pelos tiene en la cabeza) un tipo inteligentísimo y amante de la ciencia, con algún escarceo amoroso extramatrimonial, velado, muy velado… su hermana la princesa Margarita (que en vida real era una déspota, un ser insufrible y decadente que se bebía hasta el agua de los floreros) una hermosísima mujer, todo pasión, la personificación del AMOR con mayúsculas.
El marido de ésta Tony Armstrong-Jones (que en vida real era un adicto al sexo y le daba a todo lo que se movía) un pobre niño grande despreciado por su madre que nunca le quiso, causante de sus males.
Y así podemos seguir con el resto de personajes pero no quiero extenderme.

Oh! Curioso, la termporada 3 termina cuando Andrés de Inglaterra es todavía un niño. No han tenido narices a retratarle de adulto porque un tema como la pedofilia y afición a las jovencitas, muy jovencitas, no creo que haya manera de llevarlo a la pantalla sin que produzca estupor. Veremos qué pasa en la temporada 4.
Se admiten cuernos disimulados (Felipe de Edimburgo), se admiten cuernos bien visibles (Margarita, Tony Armstrong-Jones…) pero lo que no se admitiría de ninguna manera es la pedofilia. Está claro, no?

Y como no podría ser de otra manera, este lavado de cara, maravillosamente bien dirigido e interpretado eso sí, que no es otra cosa que un “salvemos a la monarquía británica porque su popularidad está como el culo”, tenía que presentar una imagen del “pobre” Carlos de Inglaterra muy distinta a la que teníamos (un tipo egoísta que se casó con una chiquilla de la que pasaba mucho, y le puso los cuernos desde el minuto uno de su matrimonio).
Así, Carlos es un perfecto hijo de su madre. Si ella roza la santidad, él le sigue de cerca. Es bueno, amable, comprensivo, nada rencoroso, y ama apasionadamente a Camila, contando con el beneplácito de su madre, porque según esta serie es la reina madre la que hace que se separen. Nada de esto fue así.

Y solamente un apunte técnico. No comprendo el cambio de actores para la tercera temporada. Las temporadas 1 y 2 cuentan la historia desde el matrimonio de Isabel y Felipe hasta que Carlos de Inglaterra tiene unos 10 años, con los mismos actores (una maravillosa Claire Foy -Isabel, una genial e irreverente Vanessa Kirby -Margarita, un fantástico Greg Wise haciendo de un Mountbatten jovial y lleno de energía…) para que la temporada 3, que transcurre 10 años después, nos cambie de actores porque igual consideraba que éstos eran demasiado jóvenes y lo de ponerles un poco de maquillaje y unas canas no se contemplaba… y nos tenemos que tragar a la petarda de Helena Bonham-Carter haciendo de una Margarita más borracha aún, de 39 años de edad que no se cree ni ella, a una Isabel, y lo siento por mi querida Olivia Colman, haciendo de una señora de 43 años pero con un aspecto de 55 años o más… pocos cambios físicos en las dos primeras temporadas con un lapso de 10 años, y el tercer lapso de 10 años tenemos actores que parecen 20 y 30 años mayores que 10 años antes. En fin, un descuido incompresible que salvan las impecables actuaciones de la mayoría de los actores de esta última temporada.
Max Schreck
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