Will Ferrell se mete en la piel de este joven que por un hecho accidental acaba en la casa de Santa Claus, y con el paso de los años se cree un elfo navideño.
Vi esta película hace unos años y la verdad es que me divirtió mucho. Recordaba que era una comedia tremendamente entretenida y muy cómica. Pero la verdad es que la volví a ver hace poco y no me sorprendió tanto, ni me divirtió tanto como yo recordaba.
Con esto no quiero decir que la película no sea divertida, ya que no es así. Uno se ríe y se entretiene, ya que el guión es fresco y te adentra en ese mundo navideño de manera fácil, dando una vuelta de tuerca a la historia de Papa Noel.
No obstante, hay que decir que la historia comienza fuerte y luego se va desinflando un poco, contando con escenas que despuntan, pero que no consiguen mantener del todo el ritmo. Existen momentos tremendamente divertidos, a la par que otros que decaen un poco.
Sin lugar a dudas una de las mejores cosas de "Elf" es la actuación de Will Ferrell. Él está soberbio dando vida a este humano que se cree un elfo navideño, y que decide viajar a Nueva York para encontrar a su padre. Ese choque surrealista del mundo de la fantasía con el mundo real, hace que este personaje cobre unas dimensiones tremendamente divertidas. Esa diversión está muy bien apoyada por la actuación de su protagonista.
En fin, nos encontramos ante la típica película de Navidad pero con ciertos toques que la diferencia de las demás. Su guión cuenta con momentos brillantes, pero al final resulta bastante típico y predecible, haciendo que la originalidad que desprendía en un principio se pierda un poco por el camino. Aún así, entretenida y perfecta para una tarde de frío, para acompañarla de nueces y turrón.