La verdad es que nunca me atrajo ver esta película porque desde que vi el trailer por primera vez siempre pensé que sería un film bastante aburrido y de poco interés.
Pero como soy una persona que siempre intenta dar alguna oportunidad a películas que no me llaman la atención porque más de una sorpresa satisfactoria me he llevado; decidí verla y comprobar si efectivamente mi idea preconcebida era acertada o no.
Después de verla tengo que reconocer que no me ha gustado mucho; pero tampoco me ha parecido tan mala como yo esperaba. Y es que la historia nos presenta a unos personajes que empeñan las joyas de la fallecida Eva Perón; y planean robarlas porque la mujer de Franco se ha encaprichado con ellas y tiene la fama de no pagar nunca cuando se lleva algo.
La película comienza bien, y los minutos pasan de una forma muy entretenida. Es más, el principio es interesante y uno se sorprende, ya que dentro de que cuenta con un formato de rodaje un poco simple en calidad de imagen; sí que se engancha a la trama.
El problema para mi, es que a mitad de la película la historia deja de tener cierto interés salvo en algunos momentos puntuales. Y además, meten ciertos puntos de humor que no acaban de encajar del todo bien, haciendo que la trama chirríe un poco.
Eduard Cortés dirige esta historia que va perdiendo fuelle poco a poco; haciendo que el interés que uno tiene al principio se desvanezca conforme avanzan los minutos. Además, tengo que reconocer que la calidad de la imagen con la que está rodada tampoco es algo que me convenza; ya que parece que está rodada con un formato de calidad un poco barata.
Con respecto a las interpretaciones, el film cuenta con un reparto tanto español como argentino. Actores de renombre como Óscar Jaenada, Amaia Salamanca, Guillermo Francella, Francesc Albiol o Nicolás Cabré forman parte de este reparto. Tengo que reconocer que todos ellos están muy bien en sus roles, y demuestran nuevamente el talento que tienen para dar vida a personajes.
En fin, "¡Atraco!" es un film que empieza muy bien y cuenta con momentos muy buenos; pero en general ofrece una historia que se desinfla sola haciendo que uno pierda el interés en lo que se está viendo y, en lo que le sucede a esas joyas tan apreciadas.