Se trata de una película que en cierto modo está basada en la taquillera "Viceversa" de 1988. Está basada ya que aunque no es del todo igual, sí que sus protagonistas cambian la personalidad, aunque en este ocasión entre madre e hija, e vez de padre e hijo.
La película es divertida, pero también un poco infantil. Cuenta con escenas que funcionan, pero otras resultan un poco simples y sin sentido. Esto hace que la comedia no llegue a conectar del todo. Además, uno se imagina el final desde el principio, aunque no haya visto la original de los años 80.
Las protagonistas realizan un trabajo nada destacable. Jamie Lee Curtis es una gran actriz de comedia, pero en esta ocasión no demuestra su enorme talento. Queda un poco a la merced del flojo nivel de la comedia. Junto a ella una Lindsay Lohan que a mí nunca me ha gustado mucho. En esta ocasión se mueve en un personaje que no consigue hacer despegar.
No sé, se trata de una comedia que distrae pero no engancha del todo. Uno se divierte en cierto modo, pero no llega ha sorprenderse con nada ya que en cierto modo todo es bastante predecible.
En fin, una película que al final es lo que uno se espera. Un film de sesión de tarde para desconectar, pero que no llega a enganchar. Una historia que podría ser mucho más divertida sino tuviera una formato tan infantil a la hora de narrarla.