Esta película ha conseguido que el concepto "código rojo" tenga algún sentido para mí. Que las palabras honor y lealtad sean una imagen en forma de columna vertebral que soporta el peso de una institución que deben cumplir las órdenes que se le estipulan, por muy discutibles y arriesgadas resulten.
Rob Reiner dirige una película que engancha desde el primer fotograma cuando se ve ese infierno llamado Guantánamo, y nos introduce en un viaje lleno de leyes y códigos que hace que uno se estremezca al observar que fácil es cruzar la línea y quitar un obstáculo.
En esta película nos encontramos con un auténtico lujo de actores, los cuales realizan interpretaciones impecables. Todos ellos defienden heroicamente sus personajes sin que se les pueda sacar ninguna nota negativa.
He visto infinidad de veces esta película y todavía sigo estremeciéndome al observar impasible el asesinato de ese joven soldado. Al ser testigo ocular de un juicio en el que todo el mundo tiene algo que ocultar, y en el que la defensa buscará por todos los medios una vía para llegar a ese concepto llamado "código rojo" que nadie lo utiliza pero existen hechos de su existencia.
En fin, impresionante película con la que disfrutará uno desde el principio hasta el final, haciendo que las dos horas y cuarto de duración pasen de manera rápida. Ya que solamente uno quiere saber una cosa sobre el asesinato y, esa cosa es la verdad.