Película de adolescentes que resulta interesante ya que la trama engancha y hace que uno no pierda el interés con el fin de averiguar en que terminará.
El film nos presenta a tres personajes que mienten constantemente y deciden probar una teoría. Quieren demostrar si una mentira es capaz de destrozar una relación. Lo que parece una mentira sin ninguna malicia se convierte en una sucesión de hechos que rápidamente pierden el control, y que lo único que hacen es sacar unos fantasmas del pasado que no son nada agradables, provocando que las personas involucradas se jueguen algo más que una reputación.
La historia resulta interesante y debido a su corta duración no resulta pesada. Hay que reconocer que la película no cuenta con una gran calidad, ni será considerada una joya del séptimo arte, pero uno sencillamente se distrae y se mantiene interesado en saber la resolución de esta maraña de mentiras y de falsedades.
En referencia a las interpretaciones, pues hay que decir que son pasables. Para hacernos una idea, un estilo a todas las actuaciones de películas para adolescentes. No destacan en mucho, pero tampoco son nefastas.
En fin, es una película entretenida con la que uno no se duerme y con la que se pasa el rato. La historia resulta interesante, ya que en cierto modo todos alguna vez hemos contado una mentira que se ha enredado (eso sí sin llegar al punto de la película). Un film lleno de mentiras interminables, pero con una única verdad: no aburre.