Fantástica película que nos introduce en la década de los 60 en un pequeño pueblo de Estados Unidos que es un espejo de la situación que se vivía en el país. Una sociedad en el que los blancos vivían separados de los negros en todo lo que hacían cada día.
El día a día cuenta con una barrera invisible que separa ambas razas. Los blancos disponen de una vida acomodada y privilegiada, mientras que los negros trabajan en puestos de tercera y sufren la discriminación racial en todo momento. Desde viajar en autobuses espaciales, a usar baños y cubiertos para ellos.
En esta ocasión la problemática racial se expone desde el punto de vista de esas criadas que dedican toda su vida a cuidar de esas familias acomodadas, en el que las mujeres se creen superiores por ser blancas y no se encargan de sus niños porque tienen una criada.
La película es fantástica y durante dos horas y media nos plantea toda esta problemática de una forma que se balancea entre la comedia y el drama. Dos géneros opuestos que se acoplan perfectamente en este guión que derrocha talento desde el principio hasta el final.
El film engancha desde el minuto uno, y se disfruta con todas las actuaciones de sus protagonistas, Mujeres de gran talento que regalan unos personajes brillantes y llenos de matices, que exponen los dos puntos de vistas de una situación muy complicada que se vivía en esa época.
Actrices de la talla de Emma Stone, Viola Davis, Bryce Dallas Howard o Sissy Spacek aportan su enorme talento para que este film llegue a buen puerto. Pero fue la genial Octavia Spencer la que se llevó el Oscar a la mejor actriz de reparto por una brillante interpretación.
Pero esta película no es solo buena por la dirección, el guión o las interpretaciones. Su ambientación es sobresaliente, ya que se cuida hasta el más mínimo detalle cada escena. La peluquería, el vestuario, el maquillaje y todo el diseño artístico te traslada a esa época en la que la lucha por los derechos de la gente de color iba creciendo, y el país se convulsionaba por la muerte de John Federal Kennedy.
En fin, "Criadas y señoras" es una gran película que se disfruta en todo momento. Una historia que te engancha y que uno puede ser testigo de una situación dura y cruel, que se escondía tras una fachada impoluta que muestra que todo es perfecto y maravilloso.