Se trata de una de las adaptaciones más famosas y mejores que se han hecho en cine del clásico de la literatura de Goethe llamado "Fausto".
Esta película del cine mudo rodada en 1926 por el magistral director F.W. Murnau nos lleva a imágenes la terrorífica historia del hombre que fue tentado por el diablo para conseguir la eterna juventud. Para tener ese don, vende su alma a Satán acarreándole tremendas consecuencias.
La película es realmente impresionante. Tiene una gran calidad para la época en la que está rodada, y aunque hayan pasado varias décadas desde que se realizó; actualmente soporta de manera muy brillante el paso de los años haciendo que te pegues al asiento para disfrutar con la historia.
Sin lugar a dudas, la mano del genial director Murnau hace mucho para que este film haya sido considerado uno de los mejores de la historia del cine; y que actualmente siga envolviéndote de una forma que no te deje apartar la mirada de lo que sucede en la pantalla.
Se trata de una de las grandes joyas del expresionismo alemán junto con "El gabinete del Doctor Caligari" y "Nosferatu". Un movimiento artístico que se desarrolló sobre todo en la época de entreguerras y que abarcó muchos estilos; y no solo el cine. Pero en las películas se puede ver de una manera muy explícita como este tipo de expresión es desarrollada en movimiento. Cómo los decorados dicen más que una simple ambientación; y los actores llevan al máximo nivel sus sentimientos para que la expresión de lo que viven los personajes sea mucho más visible.
El film enamora desde el minuto uno gracias a esa gran fotografía y a unos increíbles efectos especiales, los cuales son muy avanzados para la época en la que está rodada. Uno descubre apenas han pasado cinco minutos, que se encuentra ante una gran película que enamora en cada fotograma.
A ello hay que añadir una increíble banda sonora que te ambienta mucho más la situación. Al ser una película muda, la banda sonora es crucial para que la trama sea mucho más efectiva. Y en este caso, las composiciones que se escuchan embriagan y convencen.
En fin, "Fausto" es una joya del cine que es imprescindible de ver para comprender esos orígenes del séptimo arte, y también para ser testigo de una de las mejores representaciones del expresionismo alemán cinematográfico. Un film que sigue siendo muy actual gracias a muchos factores de gran calidad que no permiten que el paso del tiempo los deteriore.