Después del enorme éxito que tuvo la primera entrega no era de extrañar que se hiciera una secuela para probar si tenía la misma calidad.
Pero la verdad es que no ha sido así. Después de esa primera película que tan buenos resultados tuvo, y que funcionaba tan bien al ser una comedia brillante, se esperaba una segunda parte que al menos fuera entretenida y distrajera. Pero no es el caso. Se trata de una película que aburre y que no consigue hacer reír en casi nada; dando un resultado bastante mediocre.
Y es que la comedia en general brilla por su ausencia. Está repleta de escenas que intentan ser graciosas, pero que se quedan a medio gas debido a la simpleza que tiene. Y es que uno espera reírse en muchas de ellas, pero el guion no funciona y el momento cómico no llega.
Además, uno se encuentra con muchas escenas similares y repetitivas de la película anterior. Escenas que funcionaban muy bien y que han querido volver a recrear para conseguir el mismo efecto. Pero claro te encuentras con momentos que son copias, los cuales no consiguen encajar del todo en esta nueva trama que se coge con pinzas y que se desinfla por minutos.
Y es que la trama es tan rizada que no engancha para poder ser interesante, ya que al final está llena de situaciones totalmente surrealistas e irreales, haciendo que prácticamente todo lo que se está viendo no llegue a convencer y produzca hasta un poco de bochorno.
Interpretativamente debo decir que funciona en todos salvo en Hugh Grant. Todos los actores vuelven a dar vida a los mismos personajes, y eso hace que sus trabajos sean similares a la anterior película. Pero excepcionalmente Hugh Grant (que también da vida al mismo personaje) resulta bastante forzado en su interpretación, haciendo que no convenza en ningún momento.
En fin, "El diario de Bridget Jones: Sobreviviré" es una segunda entrega que está a años luz de su primera película. Un film que intentó seguir el éxito de su predecesora, pero que gracias a su flojo guion lleno de escenas totalmente surrealistas; hace que al final sea una película forzada que no convence en casi nada.