Nos encontramos ante una serie mágica que nos presenta los cuentos clásicos pero desde otro punto de vista.
Se nos mezclan los personajes tanto en el mundo real como en el de la fantasía, y ambos personajes viven sus historias al mismo tiempo. Esas historias en el mundo de la fantasía son las que conocemos, pero cambiadas en cierto modo; ya que Blancanieves se entremezcla con Cenicienta, con Hansel y Gretel, con Caperucita Roja, con Pinocho.... Todo este cocktail resulta bastante atractivo al ir descubriendo un nuevo personaje en cada capítulo, y ver como a través de un hechizo de la bruja malvada, han quedado atrapados en un pueblo de la Tierra llamado Stroybrooke, sin saber quienes son y donde no existen los finales felices.
La historia engancha, y constantemente va dando giros y se presentan nuevos personajes que hacen que todo cambie. Esto hace que uno no pierda en ningún momento el interés por seguir viéndola.
Debo decir que las interpretaciones son todas fantásticas. Pero sin lugar a dudas la mejor es la de Lana Parrilla, una mujer que da vida en el mundo real de la alcaldesa, y en el mundo de la fantasía de la bruja malvada. Ella realiza una interpretación sobresaliente.
En fin, una serie que nos lleva de viaje a la infancia recordando los cuentos con los que todos hemos crecido, y que sorprende por esa vuelta de tuerca al traerlos al mundo real y darle una vida humana a cada uno dependiendo de sus características en el mundo de la fantasía. Serie que engancha y no decepciona gracias a una historia bien hilada y unas buenas interpretaciones.