La película narra la vida del hombre que introdujo la cocaína en Estados Unidos. Un joven que decidió dejar su vida mediocre para vivir una nueva en la soleada California. Allí descubrirá un mundo totalmente diferente al que había vivido. Un mundo de diversión, chicas, playa y sobre todo marihuna.
Él se planteará labrarse un futuro vendiendo esta hierba por todo el condado, y poco a poco abarcando a todo el país. Diversas circunstancias (unas positivas otras negativas) harán que se introduzca en el mundo de la cocaína; un mundo que le dará mucho más dinero pero también más problemas.
Ted Demme dirige de manera correcta esta película la cual no decepciona, pero sí que deja la sensación de que se podría haber podido conseguir algo mejor.
Los actores realizan un trabajo bastante correcto, aunque hay que decir que Johnny Depp vuelve a hacer una buena interpretación; sin lugar a dudas la mejor de todo el film.
Aunque debo decir que lo más destacable es la estética de toda la película. La evolución en vestuario, peluquería, estilos de coches y viviendas, muebles... La historia abarca muchos años y sinceramente se cuida hasta el último detalle a fin de que parezca lo más realista posible.
En fin, una película que entretiene y con la que uno no se aburrirá; aunque pienso que el director le podría haber sacado mucho más partido a la historia.