Tercera entrega de la saga de "Transformers" en la que en esta ocasión Megan Fox se cae del reparto, y se unen dos grandísimos actores como son John Malkovich y Frances McDormand.
En esta ocasión nos encontramos nuevamente ante una película de dos horas y media de duración aproximadamente que vuelve a enganchar con el espectador.
Debo decir que el principio de esta película me resultó algo más pesado de lo que me imaginaba. Tal vez llevaba algo diferente en mente después de ver las dos partes anteriores, pero debo reconocer que la primera media hora me pareció un poco tostón. Pero luego la película mejora. Y madre mía como mejora. Uno se queda totalmente boquiabierto al ver la diferentes escenas de acción y los nuevamente impecables efectos especiales.
En esta ocasión casi toda la acción se desarrola en la ciudad de Chicago, la cual queda totalmente destruida. Uno se pega al asiento al observar como los edificios caen, los puentes se destrullen, los coches se volatilizan... Uno vuelve a disfrutar ante una sucesión de escenas cargadas de efectos especiales.
Como dije en mis críticas de las entregas anteriores de esta saga, si a alguien no le gustó alguna de las películas de "Transformers", es mejor que no pierda el tiempo con esta tercera parte ya que es bastante similar. No obstante, si uno disfrutó como yo, la recomiendo.
En fin, nos encontramos ante un nuevo derroche de efectos especiales y escenas de acción. Es cierto que no es una película que mande un mensaje transcendental, ni es para hacer ciertas reflexiones ni pensar. Pero pienso que de vez en cuando películas que no tienen calidad en la historia conectan con el espectador. Uno a veces descubre que efectos técnicos (efectos especiales en este caso) hacen que mezclados con maravillosas escenas de acción, sea suficiente para que uno disfrute con un film.