Indicando que no soy para nada un fan de James Bond, debo decir que esta película junto con las de Daniel Craig (estas son fantásticas), es la única que me ha llamado la atención.
La mano de Michael Apted en la dirección hace que este personaje resulte algo más atrayente, y también lo perciba uno un poco más cercano.
Las escenas de acción están bien rodadas, y cuentan con un montaje que ayuda a que el ritmo en los momentos clave resulte mucho más interesante. Escenas de acción que en algunas ocasiones se fuerzan resultando un poco surrealistas (de olvidar el momento de la barca recorriendo las calles de Londres). Pero salvando esos toques nada creíbles, debo decir que los momentos de acción funcionan.
Con respecto a la historia; pues es un poco más de lo mismo. La trama sigue el mismo patrón de todas sus predecesoras, y no llega a sorprender mucho. Uno espera en casi todo momento lo que va a suceder, y nos encontramos ante un guion que no sorprende.
Pierce Brosnan da un personaje un poco distinto al ofrecer otros matices. En este caso es debido a como se enfoca al agente secreto en esta historia. Uno se encuentra por primera vez con un James Bond que sufre, se despeina, se hiere y vive situaciones límite de las que no sale indemne sin mancharse el traje.
Junto a él dos magníficos actores se incorporan al reparto. La seductora Sophie Marceau y el brillante Robert Carlyle. Ambos son dos grandísimos actores y demuestran su talento en esta historia, la cual también toma más peso gracias a su trabajo. Aunque no podemos olvidar a la magnífica Judi Dench en el papel de "M".
Con respecto a Denise Richards, pues bueno... no se puede pedir mucho más. Nunca ha sido una actriz buena, y únicamente es una cara bonita con un buen cuerpo; y eso es lo único que luce. Así que nuevamente la vemos en un personaje con tan poca calidad interpretativa como ropa lleva.
En fin, "El mundo nunca es suficiente" es una película que no resulta suficiente para convencer. Pero sí que debo decir que mejora considerablemente con sus predecesoras. Ello es debido a un buen montaje y a un enfoque del personaje protagonista más cercano.