El principal problema de las adaptaciones a la gran pantalla de cualquier videojuego no está en el guión, ni en los actores, ni tan siquiera está en la dirección. El problema está en los que se sientan en la butaca con aire radical e inflexible. Da igual lo que perciban con la película; si les parece de 10, de 8, de 5 ó de 3. Da lo mismo; a la primera diferencia milimétrica que encuentren con respecto al juego la correrán hasta el 1 sin hacer escala, en plan contundente. Y a mi esto me hace gracia, en serio. Resulta que la peña se mosquea como si en vez de al videojuego se la hubiesen pegado a algo propio. ¿Qué más da que se pasen por la piedra su esencia? ¿Me da a mi de comer el Rockstar Games?. Es más, incluso los tíos estos que crearon el cartucho recomendarían la relajación, ya que a ellos se las traen floja la poca fidelidad; cobraron por su copyright.


Lo que diferencia a un videojuego de una película es que mientras que en lo primero haces lo que quieres en lo segundo tienes que apechugar con lo que haga el protagonista sin pedirte opinión. Está claro que por muy calcada que hiciesen una versión siempre estaría presente la furia del aficionado, a no ser que desde debajo de la pantalla saliesen 500 mandos de playstation, uno para cada butaca, y que así cada cual pueda llevar al Mark Wahlberg por donde mejor le pareciese para sentirla más fiel a lo que ya conoce. Pero a ver como se las apañaban entonces con las palomitas, porque pa el mando se necesitan las dos manos, amigo.
Así que tampoco hace falta que nos partamos mucho el pecho defendiendo la dignidad de un juego al que probablemente pisoteamos nosotros primero al disfrutarlo sin pasar por caja.


La película no está tan mal del todo. Es más, tiene a favor unos cuantos puntos a destacar. El ritmo muy bueno. La noche junto a la constante nevada unidas a la banda sonora da una atmósfera bastante atractiva. Recuerda algo a Sin City (salvando las diferencias). Así es como se percibe cuando tratas de aceptarla como película que es.
Si te decides por verla no te compliques la vida; olvida que está basada en un maldito videojuego. Si a partir de ahí te parece una basura, pues dilo; claro que sí.