Esta película ya se sabía que sería un éxito de taquilla incluso antes de hacerse. Es por ello que a De Heredia le ha importado una mierda su calidad. El guión parece ir saliendo improvisado sobre la marcha; los diálogos, bueno, incluso a Chiquito se le ve poco natural. Tienen la poca vergüenza de no gastarse un solo duro en absolutamente nada; la extracción de los búfalos de un documental por aquí, una tabla con cuatro ruedas haciendo de carromato por allá y un par de dobles que supiesen hacer el indio... de vergüenza.

Este Álvaro Sáenz de Heredia ha ganado el dineral más fácil de su vida... dio a chiquito la orden de que dijera lo que le salga de los huevos, a bigote que le siguiera el rollo, y a continuación le dio al botón Rec de la cámara.