Chavarrías se tomó un ansiolítico para evitar las desmesuras; se tomó unas cuatrocientas pelis de terror para esquivar las convenciones y finalmente hizo uso de su propio estilo para construir Dictado. La dirección se lleva esa gran parte de mérito que suelen poseer determinadas obras que aún evocando determinadas tensiones trilladas logran plasmar en la pantalla un thriller sin marca serial. Asombra la sobriedad de Dictado, y asombra que se la catalogue como una peli de toque sobrenatural cuando estamos ante una entrega de suspenso 100% armada desde las cuestiones psicológicas. Quién haya visto fantasía vio una peli más dentro del género, no porque así sea sino por falta de agudeza. Hasta ahí los aplausos. Pero.

Luego de un desenlace que entona con el desarrollo minucioso de un guión dentro de sus cabales asistimos a un remate fácil, casi mal filmado. Esto, no obstante, no representa el meollo de la cuestión. Por eso el spoiler.