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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
7
Terror. Thriller. Acción La Horde nos cuenta una gran batalla que podría acabar con el mundo entre policías, gansters y zombis. Al norte de Paris, un grupo de policías corruptos intenta vengar la muerte de uno de los suyos en un edificio que sirve de escondite para el ganster culpable. En medio del enfrentamiento entre ambos, algo inimaginable sucede, una horda de criaturas sanguinarias y caníbales invaden el edificio atacando salvajemente a todos. Inesperadas ... [+]
26 de agosto de 2012
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Hay una tendencia común entre los no zombimaníacos en ver siempre la misma peli con distintos actores y distintos títulos. Tendencia, por cierto, que comparto (y soy zombimaníaco). Así como entre los adoradores del género tendemos a ver algo nuevo cada vez que vemos siempre el mismo gore, la misma historia, los mismos villanos "canibaloides" en busca de vivos. Y cuando uno curte esta onda aprende a percibir ciertas "diferencias" entre pelis y pelis. Diferencias, por cierto, a las que el espectador nunca del todo hastiado recibe con los brazos abiertos.

Luego llegan las exquisiteces: si lo nuevo percibido funciona o no dentro de la peli. En el caso de La Horda celebro que se toma en serio. Me angustian las pelis de terror, no solo de zombies, que están hechas para que uno se ría del delirio (con excepciones, desde luego). Por otro lado, si uno empieza a verla sin saber de que se trata caerá sí o sí desprevenido, porque el cambio de tono y género a los veinte minutos es notable; y es notable a su vez que ese primer conflicto sobre grupos enfrentados sea el que lleve el punto de quiebre. Es una de las pocas pelis de zombies en donde el mal general aparece de manera tan licuada y poderosa al mismo tiempo: ahí están, lo invadieron todo y el eje de la situación nunca se despega del todo del conflicto inicial. Los personajes mutan gradualmente adaptándose a la malaria.

No importa realmente porqué se enfrentan, porqué aparecen los zombies. A la peli le sudan las explicaciones: vive haciendo del extremismo un encadenamiento de reacciones (algunas más atinadas que otras) con sus respectivas consecuencias. No es atropellada y se destacan las escenas de acción, salvo esa maldita cámara rápida de zombies corriendo. Casi que parece estar en otros terrenos y utilizar el caos zombie para seguir adecuando las escenas de acción y tiros al contexto.

Con un tramo final netamente épico en desmedro del realismo, La Horda sube sus riesgos y su solemnidad. Evidentemente quiere ser recordada e intuyo que lo logrará a medias. Bien o mal, recordaré a La Horda cuando me pregunten sobre el cine de zombies.
Juan Rúas
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