Existen artistas y artistas. Cada uno de ellos busca satisfacerse de acuerdo a sus propias demandas, pero todos albergan la misma esperanza: llegar con sus obras a todos por igual, tocar al hombre en sus cuestiones más íntimas y que éste se identifique con lo que el artista ofrece. Almodóvar se adentra a diario en esas búsquedas, casi siempre con éxitos parciales...salvo en Hable con ella.

Incursionar dentro del alma femenina implica tomar de lleno ciertos tópicos tan gastados como vigentes: la maternidad, el nido, la araña, etc. En este caso, el director opta por presentar la femineidad con toda su fuerza desde el silencio agonizante de dos mujeres. En este caso son los hombres los que deben ampliar los ángulos de la realidad que viven, "pensar" como lo harían ellas. Un viaje universal: el hombre trasladándose al ámbito uterino en busca de ciertas preguntas que aún hoy no se responden. Quizás Almodóvar descarrila un poco al dotar a sus criaturas de caracteres homosexuales, cuando en realidad lo que se busca es algo mucho más trascendente, pero su filmografía esta plagada de estos elementos así que será cuestión de obviar un poco sus caprichos. ¿Qué mejor mirada del ser humano que una acción encadenada de hombres solos y la "ausencia siempre tan presente" de una hembra/mujer/raíz/fuente de todas las cosas para dotar a Hable con ella de una lectura tan intrincada, tan de todos? Solo se trata de adentrarse en uno mismo y descubrir que en el fondo no somos tan distintos.

AH!!! y gracias por esta obra, Pedro, te pasaste de verdad.