Audrey Rose inicia y se desarrolla de maneras fluctuantes. El proceso gradual que nos muestra a Hopkins ingresando en la vida de la familia en cuestión no se mantiene en vólumen a lo largo de la narración. Más bien todo comienza a cansar cuando nos damos cuenta de que el concepto de la reencarnación que maneja la peli vive más dentro de la idea que sobrevuela la narración que dentro de los papeles concretos. Y es que en última instancia...hay pocos sucesos destacables que rápidamente comienzan a repetirse de manera alarmante. El guión es el responsable de estas irregularidades, dejando ver la falta de inspiración a la hora de presentar variables narrativas.

Resulta muy difícil comparar Audrey Rose con El exorcista: ambas parten de ideologías distintas y, principalmente, de tonos genéricos distintos. El exorcista es una peli de terror puro y duro; Audrey no. Audrey es más bien una peli de misterio que de tanto dilatar el jugo final termina por ahogarse en su propio vaso.