Paranormal tiene bases curiosas: por un lado, se nos presenta con todos los elementos como para considerarla "de terror". A medida que pasan los episodios el estilo de la serie va fluctuando. Surgen viajes necesarios a lugares recónditos y Refaat parece un Indiana Jones renegado y pesimista, luchando con fuerzas que escapan a su control. Tiene un pasado que lo tira para atrás a cada momento...

De esta forma, Paranormal mezcla géneros: o es un drama, o es una comedia medio negra/medio cínica, o juega con el terror sin creérselo demasiado Explora diversos mitos de diversas culturas, siempre teniendo a Refaat como el eje sobre el cual todo se moviliza. Los secundarios giran en torno al ensimismamiento del protagonista, todos parecen esperar algo que ni Refaat sabe que es, pero lo intuye y trata de resolver su propio laberinto mental.

Uno de los problemas de la serie es que la desorganización de Refaat se traslada al guión. Cada capítulo funciona por separado, con su propio tono, pero a la hora de seguir la historia central pareciera que el todo no es congruente en relación con sus partes. Él último episodio, en vez de cerrar la idea, solo agrega más condimentos a la ensalada (spoiler)

Paranormal elige volar medio bajo en el tratamiento de su narrativa, dejando la sensación de un experimento lúdico que cae en sus propios despistes. Con un especial "debe" a la hora de mostrar solidez dramática.