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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
10
Comedia. Romance Javier, un médico treintañero que está recién casado, tiene planes de comenzar una nueva vida en Estados Unidos con María. Justo antes de partir a Miami para encontrarse con su mujer, ella lo llama para confesar que se ha enamorado de otro y terminar su relación. Javier está desesperado, ella es su vida y no sabe qué hacer. Así que trata de refugiarse en el sofá de su psicoanalista, en sus amigos y en el perro que acaba de comprar; todo ... [+]
27 de enero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si esta peli te identifica, no es tanto por la labor fantástica de sus integrantes sino porque ha sabido captar desde aquellas pequeñas cosas un sentir universal de crecimientos, logros y desengaños. No sos vos, soy yo (y dicen que no es pretenciosa) se encaminó por el arduo camino del amor en todos sus procesos evolutivos. El asunto es que parece una historia menor porque no se "atreve" a desprender de su mensaje una perspectiva trascendente, digamos filosófica de aquello que expone. Nada más innecesario, como si encarar el día a día de una persona en medio de una soledad no buscada no fuera un tema mayor. Una frase dice: "no hay asuntos menores o mayores. El resultado final depende de como están encarados".

Lo que aquí sorprende no es la pérdida, ni un eventual hallazgo final. Lo que aquí se demuestra es eso que justamente se elude en este tipo de propuestas: el doloroso trámite del duelo con su consiguiente manotazo de ahogado en búsqueda de un nuevo logro que nos asegure el equilibrio. Peretti pasa por todos los estados reconocibles luego de una tragedia amorosa. Taratuto, en vez de caer en el vicio de generar una típica elipsis "antes/después" para exponer las dos etapas clave del protagonista, decide con una pericia notable y un don de síntesis envidiable desarrollar el proceso de transición entre los dos extremos de la balanza. En No sos vos, soy yo importa el medio de la torta y el como está descrito desde la perspectiva de un hombre tan común que con dos palabras abarca al género humano por excelencia.

El tono de la obra es de una jocosidad depresiva que marca un ritmo perfecto. Se aleja de cualquier realce épico de actitudes nobles hiperbolizadas para trazar perfiles de una naturalidad que da miedo. No sos vos, soy yo no admite odiseas extravagantes. Por el contrario, Peretti es ese Ulises de James Joyce que se cae, se levanta, camina, vuelve a caer para luego levantarse dentro de un contexto mundano que se aleja de los arquetipos universales para finalmente, y paradójicamente, quedar enmarcado dentro de ellos.
Juan Rúas
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