Vale, Bart no es inocente, sufre Asperger. Es un recepcionista de hotel, graba en secreto a sus huéspedes para entender más ese mundo externo que se le presenta extraño. Un día, graba de casualidad un asesinato y se ve envuelto en un rollo policial.

El empleado nocturno no es un policial; es una historia de amor intimista de ritmo...un tanto monocorde. Sus protagonistas la clavan en la interpretación de sus papeles, so pena de que el director, o los guionistas, no hayan sabido poner los puntos sobre las íes. Nunca está claro que estamos viendo y eso le viene fatal a la trama. Sus momentos íntimos son demasiados espesos y la investigación policial, una mera excusa que va directo a spoiler. La peli rebota entre mostrar lo que realmente quería mostrar y un gancho policial/comercial de brocha gruesa.