Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
6
Terror. Fantástico. Aventuras Falso documental noruego que narra la historia de un grupo de estudiantes que trata de destapar una conspiración del gobierno que implica a Trolls gigantes que viven en Noruega. Lo que nos propone el film es que el gobierno noruego ha estado ocultando el hecho de que existe una población secreta de Trolls viviendo en cotos de caza en la zona del polo norte del país, manteniéndolos seguros y alejando la atención pública del lugar y la ... [+]
21 de enero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Troll Hunter es simplona, evidente y tramposa: tres calificativos que al unirse generan una paradoja. Generan una buena película.

El responsable es Ovredal: supo hacer de su pequeña locura un producto viable. Combina dos o tres elementos para definir a los trolls, para definir a los personajes y para definir las situaciones. O sea, Troll Hunter hace gala desde su síntesis, y por más dramatismo que intente contagiarnos...¡¡pues los bichos transmiten ternura, joder!! Porque en esencia la peli es infantil, como cuando un niño se inventa una historia imposible de creer, pero lo hace con una devoción y un amor por la inventiva que no puedes menos que rendirte ante ella. Los bichos parecen salidos de un cuento de hadas con un filtro adulto que nunca llega a ser tal. Es justamente en ese punto donde la peli provoca un tono constante que se acerca al cuento de hadas dentro de un falso documental.

Por supuesto, hay que hablar de dicho documental: aquí hay trampa. No vemos los típicos planos sucios y en movimiento de las pelis con cámara en mano. No, cada escena se nos presenta depurada, estilizada y con abundancia de planos fijos. En este aspecto la peli falla al intentarnos vender un documento que no se traga ni por asomo. Pero por otro lado esta maniobra tramposa deriva en una peli de ficción ultra correcta y "bella" de ver. Entonces vale aclarar que la peli pide a gritos otra perpectiva que no se ajusta al método dogma. Un error de concepto y de época: por intentar ser modernos caimos en la contradicción y, algo aún más llamativo, esa contradicción se trabajó tan bien que hasta podemos darnos el lujo de dejarla pasar. Eso sí, hasta ahí nomás.
Juan Rúas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow