Vez número 341 que repito lo mismo: para que una peli de amor/desamor funcione debe haber química entre ambos actores. Esta es una de esas pelis en donde tenemos asegurada la entrada al dolor, al amor y demás pasiones. Pero eso no es todo, puesto que tenemos una forma ya vista, un argumento manido y un desenlace típico. Blue Valentine es eso: el regodeo de lo que hemos visto antes, sólo que con un envase de calidad.

En lo personal considero que la pareja funciona a la perfección a la hora de pelearse: ponen los pelos de punta tan sólo verlos. No resulta tan efectivo el verlos juntos comiendo perdices, y la causa de ello no se debe a un error, sino a un delineamiento previo de los caracteres.
En principio, él nos llega más, sencillamente porque es más transparente en sus sentimientos, mucho más avocado a la unión que a la destrucción, caso de ella. Él la sigue buscando como si fuese la primera vez, en parte por su propia determinación, en parte por una actitud un tanto estoica y ciega: considero que, desde el vamos, él siempre estuvo más enganchado que ella en la relación.

Ella nunca se sabe muy bien lo que quiere, hablamos de un personaje indeterminado que actúa bajo la pulsión del momento. Ella no se arraiga en lo absoluto, y eso que en las palabras de él: "yo no quería tener hijos ni casarme". Los papeles se dieron vuelta. De todas formas, al ser tan desiguales las transparencias se produce un desbalance entre los personajes, puesto que si bien conocemos casi todo de él no creo que la idea fuese dejar los sentimientos de ella para el misterio. Es, quizás, la única pega de esta peli de contrapuntos tantas veces vista pero igualmente disfrutable. Como si fuese la primera vez.