Seré breve porque esta peli lo és: concisa, da alguna que otra vuelta innecesaria porque cuando va al grano le queda mejor, clásica, bien clásica y maníquea, buenos por un lado, malos por el otro. Del prota...para destornillarse: prototipo del tipo rudo, descreído, de fé abandonada, bueno como cura, forense, cantante...bueno en todo, el típico héroe, bah. Allí está la cuestión: si le sacas el perfil al bueno y al malo recontra malo maloso ya te puedes hacer un croquis por anticipado de toda la peli, y de como terminará. Sumáronle, para no ser menos, secuencias extras, mucho morbo en algunas de ellas y la verdad es que de tan innecesarias le terminan jugando en contra al entramado coherente de la obra.
Koreana por su sed de venganza...tal vez, pero también es cierto que de no ser por esos inevitables y siempre bienvenidos toques formales orientales esta peli podría ser un thriller norteamericano de cabo a rabo. No observo mayor identidad oriental en ella que en comparación con otras pelis de la misma calaña.

Cansina, encuentra lo que busca antes de lo pensado y se da de cabeza contra la pared con un final...yanqui. Se la recomiendo a mis enemigos, yo también quiero venganza.