Thriller absolutamente desparejo, lleno de lagunas y sin sentidos que derrumban por completo una historia que se antojaba interesante. Lindsay Lohan se nos presenta como una protagonista que vale la pena ver y no mucho más, puesto que actúa al servicio de una trama tan retorcida, tan malditamente retorcida que termina por estrangularse ni bien pasados los primeros cuarenta minutos. No pretendo dar detalles de la historia, prefiero que la vean, aunque suene sádico, y que ustedes mismos saquen sus propias conclusiones. Un poco de suspenso, un poco de gore, un poco de terror psicológico/fantástico, un poco de todo, muy poco en realidad. Para el caso, me quedo con Chicas pesadas y otras obras menores de esta actriz, que debe ligarse con directores más lúcidos.