Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
5
Comedia. Drama. Thriller En 1937, en plena guerra civil, tropas republicanas irrumpen en un circo, durante el espectáculo, con el objetivo de reclutar a sus empleados para luchar contra las tropas nacionales. Mucho tiempo después, en los últimos años del franquismo, dos payasos (Carlos Areces y Antonio de la Torre) luchan por el amor de una atractiva trapecista (Carolina Bang). (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Vieron esos actores, Jim Carrey por ejemplo, a los que hay que "atarlos" y/o contenerlos en las filmaciones para que no se vayan de mambo? A Alex de la Iglesia le pasa lo mismo, es tal la intensidad de sus historias que todo el tiempo rozan la catástrofe, la caída de todo orden. El antes y el después de un estado procesado a los tumbos.

La locura está en toda su filmografía: aquí se haya representada por dos sujetos en disputa de una mujer. Esa mujer simboliza a España. ¿Quién se adueñará de España? ¿El payaso feliz, que admite ser un asesino? ¿O el payaso triste, en medio de su rencor, de su solapada venganza? La peli inicia con unas risas siniestras infantiles, son el pulgar en alza para presentar a una España depresiva, sanguinaria, en donde dos payasos sirven como contrapunto ideal para un yo desintegrado y/o desfazado, dividido para siempre en dos partes irreconciliables.

Pero de la Iglesia no se sabe frenar, meter el freno de mano y darnos un respiro frente a ese montaje histérico. Su labor es tán histriónica que se adentra en la obsesión de los payasos...y allí la historia va perdiendo significación social e histórica, allí la historia se enamora de sí misma y asistimos al duelo entre dos payasos al borde de la locura por una mujer. Tanto se pierden los estribos que hasta el montaje refleja el extremismo: o son planos detalles o son planos generales y "algo" en el medio se pierde por falta de contención.

La mesura...eso que le falta a este director para llegar a su perfección personal.
Juan Rúas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow