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España España · Madrid
Voto de elChupao:
8
Animación. Fantástico. Aventuras Han pasado cinco años desde que Hipo empezó a entrenar a su dragón, rompiendo la tradición vikinga de cazarlos. Astrid y el resto de la pandilla han conseguido difundir en la isla un nuevo deporte: las carreras de dragones. Mientras realizan una carrera, atraviesan los cielos llegando a territorios inhóspitos, donde nadie antes ha estado. Durante un viaje descubren una cueva cubierta de hielo que resulta ser el refugio de cientos de ... [+]
17 de agosto de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le ha costado a Dreamworks pero al fin lo ha conseguido. Siempre a la estela de la implacable compañía del flexo y a pesar de haber tenido su momento de gloria con el primer Shrek, su departamento de animación no parecía terminar de encontrar el botón de hacer una película de gran nivel y mucho menos una secuela a la altura. Si bien el primer Shrek significó un arrebato de imaginación y frescura, sus continuaciones fueron desangrando el espíritu de la original hasta llegar a producir cierto hastío tras tanta revisión de la franquicia. Hasta que en 2010 le entregó las llaves de la casa a un Dean DeBlois que traía en su haber una participación como guionista en Mulan y la dirección y escritura de Lilo & Stitch, ambas buscando recordar visualmente a los años en que Disney era la reina indiscutible en lo que venía en llamarse "dibujos animados".

Hace cuatro años demostró que podía modernizar su estilo contando la historia de una comunidad vikinga donde un niño se hacía amigo de un dragón, demostrando un buen manejo narrativo y visual en un soplo de aire fresco para un género que empezaba a mostrarse repetitivo y poco original. No es extraño que la buena acogida que tuvo se tradujera en una secuela para la que se han tomado cuatro años, y eso se nota. Mientras otras franquicias parecen darse prisa en exprimir la taquilla dejando de lado cualquier atisbo de creatividad, DeBlois ha aprovechado el tiempo para hacer una continuación si no a la altura de su predecesora, posiblemente incluso mejor, por aprovechar los avances en el campo de la animación por ordenador en el tiempo que separa ambas entregas, por demostrar cómo se puede hacer una secuela de altura sin descuidar las formas, y por hacer una demostración de energía y dinámica a la altura de las mejores películas de acción. La calidad y lo palomitero no tienen por qué estar reñido.

Está claro que entre los objetivos de la producción no existe obsesión por el marketing. Exceptuando a los protagonistas Hipo y Desdentado, el resto de personajes no pasan precisamente por los cánones de belleza infantil y menos si vienen en forma de peluche. En su lugar, la apuesta es mucho más creativa. El estilo de vida vikingo y valores como la familia, la amistad y la lealtad, sirviendo como vehículos de la historia pero sin usarse como moralinas baratas, unido a la emocionante partitura de John Powell (nominado al oscar por la primera entrega), completan un cuadro que es una gozada para el espectador y una de las mejores ofertas de lo que llevamos de temporada estival.
elChupao
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