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España España · morgadáns
Voto de árbore:
10
Drama Un día desde el amanecer hasta el anochecer, con varios personajes intentando tomar un tren para escapar de la espiral descendente en la que se encuentran. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2019
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
“I’m 28 years old now. I used to desire an ideal life when I was a teenager. I don’t see it in this way anymore. There is simply no ideal life. It is only about choosing what kind of regrets you are willing to live with.” Hu Bo (1988 – 2017)

¿Por qué da xiang xi di er zuo es la mejor peli de 2018? Cuesta bastante verbalizar las 4 horas que dura esta película. De hecho sería injusto poder acotarla a través de palabras. Me ha parecido fascinante de principio a fin, con un ritmo envidiable para el desarrollo de una idea tan sencilla y compleja a la vez. Admiro la humildad de la mirada, la distancia de la cámara (toda aquello que pueda resultar violento está siempre fuera de campo), la poesía de los constantes planos secuencia capaces de hacerte olvidar su principio y su fin, la capacidad para atravesar la piel de los personajes y permitir que toquemos sus esquinas.

Es inevitable pensar que el fatal desenlace de Hu Bo (al parecer se suicidó al terminar la película tras múltiples discusiones con los productores por cuestiones como la duración o el enfoque) está ligado al tour de force de los cuatro protagonistas. Es impresionante pensar que Hu Bo en su primera y última película haya conseguido, ya no tanto ponerse a la altura, si no superar en calado a Jia Zhangke, y ya en una interpretación más personal si cabe, creer que mucho de lo que vemos aquí es gracias a la influencia de Béla Tarr, de hecho Hu Bo participó en un training camp supervisado por Béla Tarr en el año 2017 del que nació el corto jing li de ren.

Pero realmente si queremos ir al núcleo de todo esto deberíamos irnos a lo que Hu bo considera el origen de la peli, este texto de Cormac McCarthy:

[…] he thought that in the beauty of the world were hid a secret. He thought that the world’s heart beat at some terrible cost and that the world’s pain and its beauty moved in a relationship of diverging equity and that in this headlong deficit the blood of multitudes might ultimately be exacted for the vision of a single flower. […]

Creo que la experiencia merece mucho la pena, la última escena es probablemente la más bella que haya visto nunca.
árbore
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