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Voto de José Miguel:
8
Documental Un documental sobre el corazón y el alma con problemas de Michael Hutchence, el carismático cantante y compositor de la banda de rock australiana INXS.
28 de julio de 2020
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Permítanme una cuestión que me rondó durante un tiempo después de ver este docu-drama: ¿Preferirían llevar una vida de estrella del rock con dinero, fama, sexo, lujo y todo eso que se puedan imaginar aunque luego tendrían que morir jóvenes o tener la vida del común de los mortales; rutinaria, trabajos mal pagados, hipotecas, madrugones, que les voy a contar, ya saben a lo que me refiero? La respuesta al final de esta reseña.
El reportaje es el típico de ascensión al cielo de un ídolo y descenso a los infiernos, vamos lo que viene que ni pintado para una película.
A Richard Lowenstein no se le puede acusar de lentitud, es de agradecer el dinamismo que refleja en su reportaje. Opta, y me parece acertado, por que sus invitados aparezcan hablando con una pequeño cartel para saber quién lo está haciendo sustituyendo así su aparición en el típico sofá de leonera, en un estudio de grabación tras una mesa de mezclas monstruosa o en un despacho con los discos de oro enmarcados de fondo..
Tampoco Lowestein abusa de imágenes de conciertos o canciones, que las ventila con una simple ráfaga. Además añade grabaciones caseras de su ámbito privado como las entrañables tomas con K. Minogue que aparece tan virginal, dulce e inocente, tal y como la capta el propio Michael H. con su cámara.
En cambio el documental carece de un sentido crítico. Nadie habla del origen de todos los problemas de Michael; sus adicciones nunca superadas, ni siquiera el director del documental verifica la supuesta agresión de un taxista con efectos cerebrales graves dando por buena la versión de la que era su novia en aquel momento, cuando la realidad nos lleva a un accidente de tráfico al que no se le llega a practicar la correspondiente analítica por alcohol o estupefacientes, camuflado todo ello por la escapada de Michael del hospital.
Tampoco se hace la más mínima mención a la fortuna del ídolo repartida en diversos paraísos fiscales para eludir al fisco.
La imagen que nos quiere dar Lowenstein de Hutchence es la de un padre al que no le dejan ver a su hija e hijastras pasando de puntillas por los asuntos peliagudos.
Solución a la pregunta del inicio.
Depende de la edad. Sí con quince años te lo plantean, pongamos por caso morir a los cuarenta, solo preguntas "¿Dónde hay que firmar?". Si ya te pilla con cierta madurez y la experiencia de un cincuentón pones en valor otras circunstancias ante una vida de desenfreno como tú pareja, el que la tenga, tus hijos, el que los tenga, tus amigos, el que los sienta así, la familia, el que se sienta apegada a ella o incluso la espiritualidad, para el que crea. Y todo esto, que nos lo hemos ganado con los años, es lo que da valor a nuestras vidas ¿No crees Michael?
José Miguel
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