Cualquier tiempo pasado fue mejor parece querernos contar Kenneth Branagh aún sin este tiempo decimos "Que me aspen si dentro de unos años digo que estos fueron los mejores años de mi vida"
Toda esta obra rezuma teatro, desde los actores, la composición de escenas, el tratamiento que Kenneth le da a la cámara, con un toque personal en aquella en que la cámara completa una vuelta al árbol de Navidad en mitad de una conversación, colocando en primer plano el artículo navideño para escuchar a los personajes fuera de cámara consiguiendo así en el espectador que no descubramos gestos emocionales de los actores.
Kenneth B. ensambla, monta con maestría todas las escenas. Los diálogos fluyen y apasionan, los actores cumplen lo que el director les exige. La propia película tiene sus momentos adecuados de humor, sátira, drama, todo perfectamente arreglado y compuesto para una película casi teatralizada en una tarima de teatro que podría resultar aburrida en muchas de sus partes entra en el espectador sin apenas darse cuenta de sus casi noventa minutos, como deslizada con vaselina en los ojos del espectador.
Agradable de ver, reflexiva sin abusar en exceso, quizá le sobre alguno de esos vídeos musicales con que al principio apabulla el film.
Recomendada para pasar un rato de emociones nostálgicas, humor inteligente más una mirada entre nostálgica y melancólica del futuro que nos podemos labrar.