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Voto de Carlesponja:
8
Thriller. Drama John es un hombre sin recursos que vive en Reno. Un día, un misterioso individuo llamado Sydney, lo invita a desayunar y le ofrece la oportunidad de ganar dinero acompañándolo por los casinos. Todo les va muy bien, pero John se enamora de una camarera que está dispuesta a hacer lo que sea por conseguir dinero. (FILMAFFINITY)
8 de junio de 2012
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a intentar no sonar pomposo, relamido ni gafapástico, pero creo que me va a ser imposible.

Todo hay que decirlo; soy un gran fan de este director, todas sus películas me han encantado, es un tipo que deja huella en la memoria con su impecable y atractivo estilo que yo lo defino como mágico. De todas sus escenas puede sacarse jugo, cuida el encuadre, los tiempos, los movimientos de cámara, la iluminación, el guión, la ambientación, la música, los silencios, el sonido. Logra unas atmósferas absolutamente envolventes que convierten cada película en un viaje y una experiencia fascinante. Te estimula; sugerente, cautivador, elegante. Es una droga.

Este film comienza de una manera cien por cien Paul Thomas Anderson. Plano estático durante varios segundos, que no sabes por qué pero ya todo te está llamando poderosamente la atención dentro de su aparente sencillez. La cámara se mueve, acompañando a un personaje de espaldas que aparece en el encuadre, acercándose a una persona sentada en el suelo, apoyada en la pared de una cafetería.

Las interpretaciones de John C. Reilly y Philip Baker Hall en esta primera escena y durante el resto de la película son excelentes y, como todos los perfectamente escogidos personajes en sus películas, logran transformarse y transmitir por completo todo lo que cada escena requiere. Anderson comienza con fuerza, te mete de lleno en la historia con una fantástica puesta en escena y guión, el diálogo inicial te atrapa. Anderson se enreda lo que quiere, da vueltas y vueltas en esta primera conversación, entre dos personajes que nada tienen que ver, que parece que se encuentran por casualidad. La voz envolvente de Sidney unido a su elegancia en presencia y modo de hablar captan toda tu atención. Personaje hipnótico, misterioso, persuasivo. No ha hecho más que empezar. John es todo lo contrario, personaje desafortunado, sin un duro, lógicamente escéptico ante la extraña proposición que de buenas a primeras recibe de Sidney.

Todos los ingredientes Andersonianos están sobre la mesa. Sé que mis palabras no te van a embelesar, pero espero que esta droga sí consiga hacerlo. Yo soy un yonki.
Carlesponja
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