Haz click aquí para copiar la URL
España España · barcelona
Voto de avanti:
7
Drama. Comedia Sandy Bates, director de cine especializado en comedias, asiste a una revisión de su obra en un hotel de la costa. Mientras a su alrededor todo el mundo quiere conocerlo y colmarlo de halagos, Bates se refugia en su interior para repasar los instantes más significativos de su vida sentimental y encontrar un sentido a su vida dentro de un mundo que cada vez le resulta más extraño e inhóspito. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdos (1980) es una película de Woody Allen. Como si del tren de los condenados se tratase al más puro estilo felliniano, observa a su alrededor los extraños pasajeros y sus rostros cargados de lamento, desidia, llanto, tristeza, apatía, incertidumbre, indiferencia...Al mirar por la ventanilla observa en otro tren gentes alegres, amables, simpáticas, sonrientes, incluso afectuosas como la joven debutante Sharon Stone lanzando un amoroso beso al sorprendido Sandy Bates (Woody Allen) que intenta cambiar de tren en un desesperado gesto por cambiar el destino de su billete.

La película se ocupa del cansancio del director por la comedia y de su trabajo, queriendo, deseando cambiar su producción a otros terrenos creativos, a otros géneros, sometiéndose a los caprichos de sus productores y a los deseos de sus fans; pretendiendo asumir el dominio de su propio destino creativo, queriendo evitar la invitación para la revisión de sus viejas películas. Al acceder, se sumerge en la insatisfecha multitud que solo quiere verle, felicitarle, agradecerle, proponerle, pedirle, desearle, tenerle, solicitarle todo tipo de favores en un mar de incondicionales fervorosos de sus películas, "sobre todo de las primeras, las cómicas".

La fama le enturbia, la inestabilidad le persigue, la falta de privacidad le agobia, el constante acoso de los fans le obliga a esconderse en sus propios recuerdos, incluso detrás de las ahumadas gafas que todo famoso usa como escape de las abrumadoras miradas, momento en el que debe tomar la decisión de interiorizarse y asistir a cumplimentar los deseos de sus fieles seguidores que abarcan verdaderas excentricidades enfatizando sin pudor alguno con los personajes y los temas que Sandy Bates presenta en sus películas, comentándolos entre rodajes, conferencias, coloquios, surrealistas marcianos y fervorosas fans dispuestas a dar placer a cambio de nada; el acoso es absoluto, su refugio el pasado: la familia, el psicólogo, los maestros, la magia, los superpoderes, el silencio del anónimo...La confusión entre realidad y fantasía se entremezclan.

Si en Interiores (1978) Allen Muestra su admiración por Bergman, en recuerdos lo hace por Fellini, sin ocultaciones, ni simulaciones en los personajes y encuadres fellinianos, dándose la feliz coincidencia que de forma activa participaron en el logro de los resultados el habitual director de fotografía Gordon Willis y la directora de casting Juliet Taylor poseedora de un gran fondo cinematográfico de peculiares rostros útiles para las tipologías en las que Woody se mueve con sus personajes: rostros absolutamente singulares, así, la referencia a Fellini no la hace simplemente desde el encuadre y la luz, sino desde los asimétricos rostros de lo que parce el tren de los penados, a los bellos rostros del tren de los bon vivant, pero todos con el mismo y surrealista destino común.

Las mujeres siempre tienen un papel importante en las películas de Allen, Así Dorrie (Charlotte Rampling), aporta al inestable Bates vida de pareja, Daisy (Jessica Harper) sensibilidad artística y despreocupada visión de las cosas, y Isobel (Marie-Christine Barrault), afectos prematrimoniales. Woody Allen recupera para Recuerdos las figuras de la madre, la hermana, incluida la de la secretaria representada por su ex Louise Lasser en un fulgurante cameo, tanto, que no aparece en los títulos de crédito.

Fin de la proyección, actores, figurantes y público en general marcha, la soledad del creador se manifiesta en la sala vacía y la progresiva oscuridad que cubre el patio de butacas. En nuestras retinas los personajes, todos los personajes, incluidos los de ficción.
avanti
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow