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España España · barcelona
Voto de avanti:
7
Intriga. Comedia En esta oportunidad, le encargan a Columbo un asesinato disfrazado de suicidio, pero él encuentra varios cabos sueltos y decide entrevistarse con un abogado y un gobernador para resolver estos problemas. Episodio Nº51 de Colombo. Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las ... [+]
15 de abril de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agenda for murder (Agenda para el crimen) (1990) dirigido por Patrick McGoohan es el tercer telefilm de la novena temporada y, cincuenta y dos de la serie; anteriormente había dirigido Crisis de identidad (1975) y El último adiós al comodoro (1976). El director nos introduce en el ajetreado mundo de la política preelectoral inundando los diales de las radios entre grandes planos generales en exteriores que nos lleva hasta nuestros protagonistas por la lucha electoral en el torbellino de la carrera política: el responsable de campaña Oscar Finch (Patrick McGoohan) aspirante bajo promesa a Ministro de Justicia, el congresista Paul Mackey (Denis Arndt) aspirante a vicepresidente, que aspira a serlo junto al gobernador Jim Montgomery (Arthur Hill) aspirante a presidente.

La cadena de candidatos centraliza las últimas acciones promocionales antes de las votaciones, el ambiente que se respira es de éxito total, de alegría desbordada entre planos generales de interior que todo lo magnifica. Lo que ya no lo es tanto es el retorno de unos hechos del pasado irrumpiendo en la vida del regenerado Oscar Finch que desearía no recordar pero, las necesidades y las penurias por las que atraviesa el oscuro personaje Frank Staplin (Louis Zorich) le hace retrotraerse a una situación que creía olvidada.

Un desafortunado desencuentro a la sombra de todo curioso entre Finch y Staplin con previsible final para uno de ellos, es mostrado por el realizador con la sobriedad y el temple necesario en los preparativos que tiene en mente para liberarse de la incómoda situación; sí deja, a pesar de todos los exquisitos cuidados (gracias a la insalvable torpeza) pistas que más adelante serán cruciales para Colombo (Peter Falk) en la investigación. La asombrosa utilización de la condensación del tiempo fílmico en forma de fugaces primerísimos contra planos en la culminación de la escena donde se produce el desenlace por medio del prodigioso montaje de ambos protagonistas, deja un gran detalle de calidad fílmica del director y por supuesto del montador.

Tras haber sido descubierto el cuerpo del delito, entra en acción el teniente de policía desde el lugar de los hechos, no perdiendo tiempo en divagaciones (aunque lo parezca) de forma que, una vez situado en el lugar del crimen envuelto en planos medios, contra planos y planos detalle, a Colombo no se le escapa nada, ni siquiera un frugal tentempié que hace las delicias de él y del sargento George Kramer (Bruce Kirby) que junto a las pistas halladas llevan a nuestro investigador hasta Finch y Mackey.

El esquivo juego entre el principal sospechoso y el detective adquiere, solo en gratuitas ocasiones, tonalidades ajenas al argumento, lo que supone algún relleno que ayuda momentáneamente a rebajar tensión en la progresión narrativa; en cualquier caso, Colombo retoma la trama argumental que le impulsa a utilizar argucias basadas en la adulación para conseguir sus propósitos, consiguiéndolo en este caso con la señora Louise (Anne Haney) secretaria personal de Oscar Finch.

A veces, en lo más superfluo, nuestro teniente de policía encuentra el hilo conductor que le lleva hasta la solución del caso. Ante la preclara inteligencia demostrada por el sospechoso Finch frente la poco consistente teoría de la suposición de Colombo, este, finalmente, decide anunciar la solución del caso dando a conocer los sorprendentes datos que de forma inapelable aclara el caso conocido como Agenda para el crimen. Un ingenio del detalle muy bien argumentado por el guionista Jeffrey Bloom y excelentemente realizado su director Patrick McGoohan.

Complemento genealógico. Colombo cita a su mujer en seis ocasiones, otros protagonistas lo hacen en tres ocasiones, además, Colombo cita a su padre en una ocasión.
avanti
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