El terror es un género que está demasiado explotado en la actualidad y hay pocas cosas que valgan la pena, ya que los tópicos son la base de la mayoría de ellas y al final no hay terror alguno.


Oculus sabe explotar bastante bien el tema de sugestión, creando una buena atmósfera sugestiva que nos mantiene en alerta constante, un guión bastante interesante y una puesta en escena decente son sus mejores bazas, dando lugar a una cinta aceptable, con buen ritmo y que aunque no llega a provocar grandes ni medianos sustos lo cierto es que nos medio atrapa en sus divagaciones, haciéndonos partícipes de un juego en el que nos manipulan y nos intentan confundir,esa mezcla en modo flashback le da un toque bastante original . Su tramo final parece que decae un poco pero otro giro final de guión nos sorprende haciendo que valga la pena haberla visto.

En parte mala también hay varios aspectos a considerar, la cinta nunca llega a causas terror alguno en el espectador, en algunos momentos el guión se vuelve turbio y hay algunas cuestiones poco matizadas y aunque no es demasiado predecible lo cierto es que hay situaciones evidentes que no generan ningún aporte a su desarrollo,

Por otro lado los actores hacen una labor aceptable llegando en algún momento a conectar con el espectador, la labor de la niña es la más destacable ya que resulta muy expresiva y sabe exteriorizar su rabia con la mirada.

Como conclusión podemos decir que se trata de una cinta bastante decente, que recurre en algunos tópicos de género pero que en general resulta entretenida, sugestiva y bastante interesante, apta para buscadores del terror que quieren cosas nuevas.

Lo mejor: Su planteamiento y su atmósfera
Lo peor: No termina de encontrar su climax

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