Más dedicado la mundo de cortometraje, Barry Jenkins, se pone por segunda vez a dirigir un largo. Un largo por otra parte que le está reportando bastantes éxitos desde sus primeros pases.

Con una historia con cierto aire a reciclada, la película arranca con unos buenos pilares, ya que logra meterse al espectador en el bolsillo, gracias a una muy buena puesta en escena, un buen planteamiento y tratando algunos temas bastantes relevantes.

En sus primeros minutos, la trama nos empieza a plantear ciertas cuestiones y como afrontarse, para ello la cinta nos va llevando por las distintas etapas de su personaje, para ir viendo como con el paso de los años, los problemas persisten y como hacerles frente.

Sus dos primeros capítulos, nos arrastran hasta lo más profundo de la vida de este personaje, nos encadena a una historia con gancho que logra poner sobre la mesa lo difícil que es ser uno mismo, el encontrarse a uno mismo lejos del lugar donde vives y enfrentarte a una madre que ansia ante todo despojarte de lo poco que te queda.

Un relato que va madurando según van pasando los minutos, aunque en algunos momentos se hecha en falta algo más profundidad. En algunos momentos queremos que explote ese grito ahogado, que tan reprimido está desde su arranque, un poco más de brutalidad emocional, ya que en ciertos momentos la rutina logra instalarse y parece contentarse con una historia que aun pudiendo tener mucha más fuerza, no logra despegar del todo.

En su tercer acto, es sin duda el más emotivo, y el que logra hablar y transmitir sin palabras, basta con una buena puesta en escena y una buena música para que en muchos de sus secuencias no haga falta mucho más. Es un tercer acto, del que cumple con muchos de los objetivos que se marca y el cuál se dirige hacía un final esperado, pero que aún con esas no logra dejarnos del todo satisfechos, ya que cabría esperar un poco más de esa recta final.

Su reparto, logra hacerse un buen hueco, ya que en su gran mayoría logran unas interpretaciones, más que decentes, muy convincentes, expresivos y con una fuerza brutal, Muy bien tanto Trevante, como André, Janelle está impresionante y Ashton también logra una buena actuación.

Como conclusión podemos decir que las bazas fuertes de está película, son por un lado su bloque actoral, que logra casi el sobresaliente, y por el otro una puesta en escena muy buena, que nos deleita, con unas tomas excelentes haciendo que la historia crezca por sí sola, aunque hay que añadir que le falta algo más de garra y menos de gancho.

Lo mejor: Es muy clara y sencilla
Lo peor: Ver esa sencillez como algo en su contra
Recomendada: SI

@cineypunto