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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
8
Comedia Biopic del dibujante de cómics español Manuel Vázquez (Madrid, 1930-Barcelona, 1995), creador de famosos tebeos como "La familia Cebolleta" o "Anacleto, agente secreto". Barcelona, años 60. Es primavera y Vázquez respira la vida a pleno pulmón. Sus personajes -las Hermanas Gilda, Anacleto, la Familia Cebolleta...- triunfan en los tebeos de la Editorial Bruguera. Mientras, el mejor dibujante de tebeos de España disfruta de lo que quiere ... [+]
7 de diciembre de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sintomático es el inicio de “El gran Vázquez”. Varios acreedores esperan en la puerta de entrada a su casa, en plena azotea, a que el genio del cómic (y el impagador jeta) aparezca, para intentar cobrar, como si de la famosa viñeta de 13 Rue del Percebe, creada por Ibáñez e inspirada en Vázquez, se tratase. Con este significativo comienzo, Aibar, el gran Aibar, nos sumerge en el mundo de Vázquez, uno de los más importantes artistas del tebeo, junto con otros como Ibáñez, que también aparece fugazmente, con quien coincidió en la editorial Bruguera.

Aibar, profundo admirador de la obra de Vázquez, al que conoció personalmente, le rinde tributo en una obra en tono de comedia pero que no esconde los pasajes más oscuros, dando una acertadísima visión global del particular “modus vivendi” de Vázquez. Acertadísima digo, porque para los que conocieron, o no, alguno de sus personajes (Anacleto, Las hermanas Gilda o La familia Cebolleta), Aibar dibuja de manera clara, rotunda y con un ritmo prodigioso (fechoría tras fechoría) la vida y milagros del ínclito Vázquez. Una vida llena de timos, estafas, engaños, mucha caradura pero también de genialidad y riesgos. Su particular idea de libertad le costó tres condenas de cárcel, aunque él decía que era el lugar donde trabajaba más a gusto.

Por supuesto, Aibar, al que por cierto, pude saludar personalmente, es consciente de los daños colaterales que provocó, es decir, el precio que la gente que estuvo alrededor tuvo que pagar (mujeres, sus 11 hijos) y deja cumplida constancia de ello.

En el aspecto técnico, la ambientación está plenamente conseguida. No hay muchas películas que recreen la Barcelona de los años 60. En ésta se respira la época, las calles, los vestidos y la famosa editorial Bruguera, con sus dibujantes alineados en pupitres. Acompaña el trabajo de fotografía, con una luz a veces pálida, amarillenta, de categoría.

Respecto a la labor de los actores, sólo se pueden repartir elogios. Desde el papel del autoritario Peláez, un genial Alex Angulo, convertido en una especie de tecnócrata administrador, pasando por el director comprensivo (un fenomenal Enrique Villén), hasta un prodigioso Santiago Segura, que demuestra que hay vida más allá de Torrente, realizando una encomiable interpretación.

Oscar Aibar, el gran Aibar, entronca en “El gran Vázquez” con el género de la picaresca española, reivindicando la cultura popular, alejada de museos y obras de arte, y demostrando que con talento, algo de ayuda (en forma de financiación) y mucho trabajo, se puede conseguir una obra más que estimable, al tiempo que un legado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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