Un clásico del cine y para muchos una película de culto para ver en familia. La fuerza de ET radica en conseguir mezclar a un personaje de ciencia-ficción con el mundo real y que éste además tenga la capacidad de emocionarte, de expresar sentimientos como un humano desvalido. Esa es al mismo tiempo su principal flaqueza, la de un guión netamente comercial que utiliza cualquier excusa para llegar a la fibra sensible del espectador y exprimir la ternura, sin necesidad de que la coherencia sea un baluarte para la película. No obstante la pelicula cumple con su objetivo y ha encandilado a generaciones enteras consiguiendo hacer de este bicho un icono universal que atraviesa las barreras del tiempo. Bien vale la pena. Reconocimiento expreso a la soberbia banda sonora de John Willians que cumple un papel importante en la película al dar un punto de épica en escenas culminantes.

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