El cine de terror contemporáneo moderno, tiene un nombre y ese es el de James Wan. El director oriundo de Malasia, es sin duda uno de los directores de terror más satisfactorios en el cine actual de terror. Con tres franquicias en sus manos como lo son Saw, Insidious y The Conjuring, el director se permite hacer su propio homenaje al cine de los ochentas en el terror y de paso se autocomplace trayendo su propia versión del Giallo al 2021.

Malignant, es una película alucinante en la locura que representa esta creación de Wan. Es en definitiva la película más arriesgada del director y quizás la más personal. Si hay que describir la experiencia de ver Malignant, es entrar en el juego mental que propone el director, en donde toma pedazos de sus tres franquicias como base para en ellas hacer un homenaje a todas esas películas de Slash y Body Horror que la década de los ochentas nos supieron regalar y como si eso fuera poco se permite unir todo esto en un Giallo moderno al estilo James Wan.

Estamos en presencia de una absoluta locura que para mí es absolutamente efectiva. Puedo compartir las distintas miradas que ha supuesto este trabajo de Wan, pero personalmente es sin duda una película que me encanto y disfrute como locura. Desde su comienzo aterrador que sigue funcionando para este servidor, si hay un director que logra ponerme nervioso y asustado mientras veo la pantalla es James Wan y continuar con esta esquizofrenia que resulta ser el tercer acto de Malignant.

Es una combinación brillante por parte del director que aprovecha el presupuesto que le otorgan para entregarle a esta película que respira serie b, pero que utiliza los recursos de una gran mainstream. Lo que hace James Wan en el inicio del tercer acto con una secuencia en una comisaría es demencial como el director plantea y recrea un momento de brutalidad máxima.

Finalmente, James Wan nos vuelve a entregar una película original de terror y vuelve a brindar un nuevo monstruo que sumar al cine de terror, Gabriel es espeluznante, desagradable y terrorífico que pide su puesto dentro de los odiados del cine de terror.

Una película atrevida que te podrá gustar más o menos, pero que, sin duda, se atreve a ser lo que ella pretende ser y lo que James Wan quiere que sea. Es un homenaje al cine de terror que se permite establecer su propia realidad y vuelve a decirnos que cuando se hace algo original sea cual sea el resultado, siempre será bien recibido.