Si "We own the night" no alcanza cotas más altas tal vez sea en parte por el agotamiento de la fórmula y por fórmula me refiero a los esquemas generales que aquí aparecen de nuevo, policías, mafias, asesinatos, persecuciones... Pero al mismo tiempo si "We own the night" es un film poderoso, con escenas realmente brillantes, a la altura del mejor De Palma que de estos lugares sabe mucho, es por sus pequeños detalles, su reflexión sobre la familia, la humanidad de muchos de sus personajes, sus resoluciones y el talento que saca a relucir de cuando en cuando James Gray. Casi nos habíamos olvidado de Gray desde aquella "The Yards" de hace 7 años en la que ya contaba con Phoenix y Wahlberg en la cabeza del reparto, aquí Phoenix toma más relevancia al contrario que en aquella. No tardaremos tanto en volver a ver a Gray dirigiendo a Phoenix con "Two lovers" a finales de año. "We own the night" tiene más empaque y creatividad que otra gran película del género reciente como "American Gangster" aunque uno no pueda quitarse la venda del "Déjà vû" que tal vez le impide crecer entre el bosque inmenso de referentes. Y es una oportunidad para un gran reencuentro sonoro, el maestro Wojciech Kilar a sus 75 años sigue activo en el cine pero con cuentagotas.