Si bien al principio me fue difícil ver a los hermanos Prior (saga de Divergente) que encarnan los actores Shailene Woodley y Ansel Elgort, ahora haciendo de adolescentes con cáncer enamorados, fue una excelente dupla.
La apuesta a éste tipo de cintas siempre es complicado por todo lo que conlleva en personas que sufren, o han tenido seres cercanos que padecen, ésta enfermedad.
La actuación de Woodley es excelente, más allá de la historia que estuvo muy bien contada y de unos guiones que tocan las fibras más sensibles de nuestro ser.
La fotografía y banda sonora son dignas de ver y escuchar, y que junto a una corta pero magistral actuación de Willem Dafoe, hacen de esta cinta una muy buena película para ver.
También logra que tengamos sentimientos encontrados entre la ironía, la comedia, la tristeza y la tragedia.
Una cinta simple, sin tantos enrollos, pero completa. Para ver varias veces. ALTAMENTE RECOMENDADA.