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España España · Ferrol
Voto de Gelio:
8
Ciencia ficción La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
6 de diciembre de 2005
20 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizá nos encontremos aquí ante la obra más controvertida de Stanley Kubrick (un director ya controvertido de por sí) y la que, como aquí mismo se puede comprobar, más opiniones enfrentadas despierta.

La temática (o temáticas) del filme se debaten entre la ciencia y la mística: el germen de la inteligencia; la evolución de la humanidad peligrosamente sustentada en la tecnología, con la amenaza de que ésta acabe volviéndose contra su creador; y finalmente la necesidad de un paso del hombre a un estado posthumano al margen del cuerpo y la materia para que la humanidad recupere el poder sobre sí mismo. Es decir, el pasado, presente y quién sabe si futuro de la humanidad. Una auténtica odisea con tintes épicos, que desde el momento de su estreno, se convirtió en un auténtico fenómeno cultural que hizo correr ríos de tinta sobre sus posibles interpretaciones destacando la enigmática figura del monolito, llegando a ser junto con el ordenador Hal9000 el inanimado protagonista del filme.

Cripticismo y filosofía aparte, 2001 es, por encima de todo, una experiencia audiovisual. La película transcurre con lentitud, como a ritmo de vals, deteniéndose en los detalles para que el espectador deguste a sus anchas el poder de seducción de cada cada plano, de cada fotograma. Todo el metraje es un prodigio de perfección técnica y visual, que junto con la acertadísima elección de las piezas de música clásica, dotan al filme de unas vibraciones atemporales y universales, a la par que extrañamente emocionantes y enigmáticas. Estas peculiaridades narrativas hacen de 2001 un obra única y especial que hay que saber ver. No es este un filme al uso, es como contemplar una pintura abstracta. No importa mucho que no haya apenas diálogos, o que los actores no brillen o que la trama parezca confusa en momentos: sus prioridades son otras. Las imágenes penetran en el subconsciente del espectador, que aún no necesita entender perfectamente el significado de las escenas para que estas le logren transmitir emociones.

Escenas como la del simio golpeando los huesos, la atrevida y genial elipsis hueso-nave, dando un salto de tres millones de años en apenas un segundo, la estación espacial danzando al ritmo del "Danuvio Azul" de Strauss, o el negro monolito, o el desenlace en la habitación de hotel, son íconos inamovibles de la historia del 7º arte.

Como único punto negro a mi juicio hay achacarle un exceso innecesario de cripticismo en algunos momentos del filme (el propio Kubrick llegó a declarar que "hubiera fracasado" si el espectador entendiera la película al primer visionado) que impide entender completamente la película por si misma con lo que se debe recurrir a la novela o a fuentes ajenas a la película. Una obra debe ser autosuficiente y explicarse por si misma, y este filme contiene pasajes que no se explican completamente.

A pesar de esto último 2001 es una de esas obras que todo el mundo debería contemplar al menos una vez en su vida. Un filme necesario.
Gelio
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