Haz click aquí para copiar la URL
España España · Palm mar
Voto de Del Mar:
6
Drama Antes de Elvis, Elton John y Madonna, existió Liberace: pianista virtuoso, artista exuberante, habituado a la escena y a los platós de televisión. Liberace apreciaba la desmesura y cultivaba el exceso, dentro y fuera del escenario. Un día de verano de 1977, el joven y guapo Scott Thorson entra en su camerino y, a pesar de la diferencia de edad y del medio social, los dos hombres empiezan una relación secreta que duraría varios años.
19 de septiembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los nueve primeros minutos de la presentación de los personajes: Liberance (Michael Douglas) y Scott Torzón (Matt Damon) son toda una declaración del glamour y de los excesos que presidieron la vida de Librante. Esa fastuosa puesta en escena en la que dos grandes actores tendrán que luchar para no verse eclipsados con tanta lentejuela, llega un momento que cansa y por “exceso” se convierte en hortera y superficial. En todo momento parece que el director quiere que nos fijemos más en los decorados que en la intimidad de los personajes, salvo cuando se trata de las relaciones sexuales entre los dos protagonistas, pues ahí el morbo está servido por ver el cuerpo a cuerpo de esos dos míticos actores. Por interpretación de actores mi puntuación sería media alta porque soy de la opinión que esos papeles tan histriónicos son los más fáciles de interpretar, y desde luego los más lucidos para conseguir premios: atraen a mucha gente. Pero me ha faltado llegar a los sentimientos íntimos de esos personajes, a una exposición de sus valores personales, que han quedado ocultos tras tanto candelabro. A lo mejor lo que queda claro es que eran personajes de pocos valores humanos. Para mi ese músico tan hortera era un desconocido y después de ver la película solo recordaré sus excesos en la vestimenta y en la decoración de su casa, y en el piano, cuya decoración hace perderme su calidad musical. Insisto en que no conozco la vida y obra de ese personaje y me da a mi que su poca proyección en el mundo artístico se puede deber al anonimato al que el mundo homosexual lo excluyó, como el quiso excluir su homosexualidad del mundo del poder mediático que podía tener. Está bien traída la comparación con la valiente actitud que tuvo Rock Hudson al exponer su enfermedad al mundo, a pesar de que perdiera gran número de sus fans, sabiendo que con su actitud ganaría una gran cantidad de vidas que evitarían el contagio del SIDA.
Del Mar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow