La película intenta plantear el enfrentamiento entre la mujer con sus armas de mujer y el hombre con sus secretos de mujer. Esta lucha, seguramente planteada en la relación de muchas parejas hace aguas, es decir carece de interés, en cuanto es una forma muy particular de ver estas relaciones y carecen de la visión universal que debería tener en cuenta al espectador. Por otra parte, tanto las imágenes oníricas, fácil recurso, como las imágenes que puedan servir al aspecto surrealista de la historia, son de tal vulgaridad que anulan todo interés artístico. Piensen si están viendo la película en los cuadros de Dalí para el tiempo, la fecundidad, etc. y en las películas de Buñuel, “Un perro andaluz” “El ángel exterminador” y se darán cuenta de lo que es el arte surrealista con la burda utilización de lo incomprensible para dar a entender algo tan normal como la muerte, la bisexualidad, la religión, etc. La interpretación de los dos protagonistas principales es tan plana que resulta muy difícil diferenciar su aspecto realista del surrealista. Así mismo la fotografía carece de aspectos diferenciadores entre los planos surrealistas y realistas y esto llevado al punto de vista del espectador le produce confusión, algo que siempre debe evitarse en el cine, salvo que el director sea Alfred Hitchcock.