Clint Eastwood podrá hacer películas buenas o películas no tan buenas, pero por lo menos no llegarán a ser malas (eso espero). Así que cuando sale una película suya lo mínimo es ir al cine a echarle un ojo; siempre se puede salir gratamente sorprendido.

El título ya sugiere lo que nos vamos a encontrar, el más allá y su relación con unas personas determinadas (un chaval, una mujer y un hombre) con una relación especial con la muerte, ya sea por sufrirla o por tener un don para contactar con los difuntos.

Una de las mejores partes de la película (o la mejor) sin duda es el principio. Eastwood recrea el tsunami del Sudeste asiático con una brillantez que ya quisieran otras muchas películas del género de catástrofes (¡toma Emmerich!). Muy buenos primeros minutos.

Luego ya empiezan a sucederse las historias de los protagonistas, historias que dejan frío la mayor parte de las veces aunque en menor medida la del chaval, sin duda la mejor y más empática. No se puede decir que sea un aburrimiento porque no lo es, pero no logran conectar.

Dentro de estas historias hay momentos bastante buenos, como los encuentros en el curso de comida italiana o la búsqueda de parapsicólogos, que sobresalen entre las escenas de la película. La mayoría sin embargo sí que parecen que estén en el "más allá".

Entre el reparto me quedo con el chaval (George McLaren). Es sin duda el alma del film. Los otros cumplen sin alardes aunque también hay que destacar a Bryce Dallas Howard como secundaria complementándose bien con Damon.

Lo que decepciona un poco es el final, bastante apático. Se podría haber puesto un broche mejor a esta obra pero visto el desarrollo de la misma no es de extrañar. Esperemos que sea una obra de transición para las futuras que Eastwood nos vaya a traer.

No aburre pero tampoco emociona. Se podría decir que está hueca. Lo que puso ser y no fue, una lástima.